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Un Corpus con sabor a pueblo

27 de junio de 2017

Recogemos esta semana esta noticia publicada por La Nueva Crónica importante para nuestra localidad. El pasado miércoles 21 de junio, celebrábamos en Geras una de nuestras principales tradiciones, el Corpus Cristi.

En Entrepeñas creemos que es esencial mantener estas tradiciones pues en ellas reside nuestro saber hacer. Siguiendo nuestro lema “la fuerza de lo natural” y sin perder de vista la tecnología actual, elaboramos los Embutidos Entrepeñas con la experiencia adquirida a través de las tres generaciones y teniendo muy presente la tradición de nuestros antepasados para dotar a nuestros productos de un carácter artesanal tan añorado y requerido en nuestros días. Nuestro entorno, es un elemento clave para la curación de nuestros embutidos, que se hace al aire y de manera natural, con los métodos tradicionales de la zona.

Os dejamos el artículo para que conozcáis más sobre nuestro pueblo, Geras de Gordón, nuestra cultura y gastronomía y nuestras fiestas tradicionales.

 

http://www.lanuevacronica.com/un-corpus-con-sabor-a-pueblo

 

Un Corpus con sabor a pueblo

Geras mantiene esta celebración gracias al trabajo y al empeño de un grupo de vecinos que preparan el pueblo para este día

Los vecinos de la localidad gordonesa de Geras celebraron este miércoles la fiesta del Corpus. Es uno de los más tardíos de la comarca. La pequeña localidad, con 79 habitantes censados según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se afana por no perder esta tradición, y es que la fiesta del Corpus es importante en el pueblo, solo superada por las fiestas patronales del Cristo, en el mes de septiembre.
Pocos vecinos, pocos niños, pero un Corpus que no decae gracias al trabajo y al esfuerzo de los propios vecinos. La misa y la procesión son los actos centrales de este día, que se completa con una comida de hermandad, pero tras ellos hay mucho trabajo y esfuerzo. Durante los días anteriores, los vecinos se esfuerzan porque todo esté a punto. 
Días de preparativos en los que se siegan y desbrozan los adyacentes de la iglesia, además de las calles por las que pasará la procesión. Se limpia y prepara la iglesia, y se construye con ramas y flores el altar por el que pasará y parará la procesión. Todo se hace en hacendera. Los vecinos que así lo desean, aportan su trabajo y su tiempo, y es que reconocen que «si no lo hacemos nosotros, ¿quién va a hacerlo? La juventud ya no se preocupa por estas cosas…». 
Ya no hay niños de Primera Comunión en el pueblo, aseguran. Recuerdan que de eso hace ya años, pero la llegada de nuevas generaciones hace que se mantenga la ilusión para que esta fiesta resista y se mantenga. Los niños que en el día del Corpus tiraron los pétalos de flores al paso de la procesión son el futuro de esta fiesta. 

Ramones y pendones

El Corpus en Geras se mantiene, pero atrás quedan aquellos años en los que era una fiesta con mayúsculas. No hace tanto, recuerdan, se seguía la tradición de ‘los ramones’. Los hombres preparaban grandes ramos ‘ramones’ de haya, de salguera… cuanto más grande, mejor. Se colocaban alrededor de la iglesia, bien en un hoyo o bien apoyados en la pared. Por la tarde, antes del rosario, se subastaban. El pueblo o un particular pujaba por el mejor ramón, yendo el dinero para la iglesia y el ramón en cuestión para un vecino, como una pequeña suerte de leña.
Otros años, en la procesión también salían los pendones del pueblo, acompañando a la comitiva durante la procesión. Pendones que, tras un gran esfuerzo, hace varios años que se han recuperado y que participan en otros actos como la procesión de las fiestas del Cristo. Otras veces la fiesta del Corpus coincidía con el día de San Antonio, patrón de la lechería de la localidad ya desaparecida. Ese año, era la lechería quien se encargaba de los costes. 
Los tiempos cambian. Los pueblos se quedan pequeños, envejecen, pero se resisten a perder sus tradiciones.

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